lunes, 17 de junio de 2013

Los ojos de Millikan





En la soledad de su cuarto

observa por millonésima vez
la pequeña gota cayendo 
entre las placas metálicas

Espera impaciente el día 
en que logre verla
suspendida 
en el aire

Detenida, será mucho más 
que un enjambre de electrones  
sobre su cuerpo
cansado



Detenida, será la medida exacta 
de lo que carga
el número que la ciencia
aguarda con ansias
como un proxeneta 
por la paga

Al igual que en el retrato de Poe
sus ojos irán dejando 
la luz que buscó
tantos años


dejará de ver
para que otros 
vean

2 comentarios:

  1. Este es el tipo de poemas que me atrapan...Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Abrazo Vera, siempre acompañando. Que bueno saberte de ese otro lado!

      Eliminar