martes, 25 de junio de 2013

La canción sobre el Kilimanjaro



Kiju tiene los labios rojos y carnosos de una mujer, la tez oscura y el cabello moteado.
Lo alcanzo en la esquina de siempre, aquella cuyo empedrado movedizo simula
las teclas de un piano. Kiju pisa cada piedra mientras traza en el aire, una canción.
La canción viaja en el viento y se pierde sobre el Kilimanjaro.

No creo en imposibles, dice, mientras mira caer las flores
de las estampillas de Tanzania. 
Después se curva ante su miembro erecto, acerca los labios, 
consigue la eyaculación.
Si tuviera los labios de Kiju , pienso, haría lo mismo.

Otra vez el viento como la canción sobre el Kilimanjaro.
Dos por uno en entradas para mujeres que sangran.
Kiju tiene los labios carnosos de una mujer, pienso, y sangro.






domingo, 23 de junio de 2013

Física Cuántica

Christopher Gilbert


Suena el teléfono y ya sé que sos vos porque acabo de soñarlo.
No es un asunto de probabilidades, dijiste, encontrar a la persona
adecuada es como predecir la lotería. Una posibilidad en un millón.
Y vos y yo somos afortunados.

Hemos sorteado todo tipo de obstáculos: lluvias de media estación,
 líneas que se cortan, cartas que no llegan, mensajes que llegan pero.
Trenes que parten con anticipación. Seres de otra dimensión 
enloqueciendo al tránsito. Escenarios que desalentarían a cualquiera.

Por eso hemos tenido que recurrir a medidas extremas. 
Apelar a la subversión de las leyes de la mécanica clásica:

 Así, mientras una yo sube por las escaleras, la otra baja 
por el ascensor para distraer al espacio y ganarle al tiempo 
en el mismo momento en que uno vos viaja la noche anterior 
 entra por la ventana para avisar que no vaya al lugar acordado
que vas a estar pivoteando entre la plaza , el café y el boulevard.

Siempre acudo a la cita puntual, me quedo en la puerta sin golpear
y te/me miro abriendo/te y saludándome del otro lado.
Después tomamos el té en nuestro no lugar favorito, a las cinco
del reloj de mi abuelo que se detuvo a esa hora y nunca más se movió.

Desde que la mitad de las moléculas intentan convencer a la otra mitad 
de meterte en la cama, y la otra mitad intenta convencer  al resto
de que no es apropiado. Nos acostumbramos a ser cuatro 
en el orgasmo. Dos que se desarman 
y dos que miran y registran la disolución.





Christopher Gilbert



jueves, 20 de junio de 2013

Ángeles diablos




Yo no podría quererte, no.
Salir de abajo del árbol
recalcinarme al sol
sin la seguridad del agua
se vengaría el cielo con mil diluvios
por tanta imprudencia
tanto  descaro

No podría, no
ahondar en el miedo de saber
que no todo lo que se pierde es sin dolor.
Faltaríamos a todas las leyes , seguramente
las cosas perderían gravedad. Sería por fin
el fin del mundo y el final del juicio
sin juicio final


Se derrumbaría la ilusión del paraíso, porque el paraíso
entero haría enter y entraría: por todas las puertas
todos los flancos
¿Te imaginás amor?: Todo junto de una vez
por única no vez
Huirían lejos los instaladores de promesas
los profetas del desierto
los hipócritas que decían amar y solo decían

Yo no podría amarte, no.
Sería como sentar precedente de que
 la felicidad existe, acudirían de otros planetas
pidiendo comprar la formula, el secreto
nos acribillarían en la plaza mayor
herejes sin respuesta

Yo no podría, ni en sueños
hacerte pasar por eso, tener que elegir
por sobre  los amores contrariados
tener que explicar y no tener idea porqué
fueron solo eso, amores contrariados

Yo no podría amarte, amor
sería un trabajo demasiado arduo
me llevaría día y noche, me faltarían horas
dejaría de comer, de dormir
 de soñar,  no,
siempre estaríamos soñando
al borde del paroxismo, del desborde
del encanto. Me darían por minuto
diez infartos
un corazón en peligro de extinción
es aceptable
dos es demasiado

Las aurículas no saben  sostener
caminaría de tu mano, por los caminos
 dejando charcos

Yo no podría amarte amor, como podría
curarte con besos cada herida,
proteger cómo, cuanto, qué.
Fracasaríamos en cuestión de segundos
porque el mundo, amor, no está preparado
para entender, para entendernos, para creer en fin
no estamos preparados
 y hay que ir de a poquito
reconocer que Darwin tenía razón
que del hombre al mono hay un solo paso
y del hombre al ángel-diablo otro tanto
 y ese paso, amor, lo di con vos, y se cayó
la nube, y nos dejó de lado.

-¡Un ángel-diablo qué horror!-
 todos los cielos gritaron
- O ángel o diablo,  decidan qué-
 y nosotros/as que no sabíamos ser más que lo que éramos
 tan ángel-diablos, que la dualidad se retorcía sin salvación
mientras nosotros/as
reíamos

de tanto escándalo.


lunes, 17 de junio de 2013

Los ojos de Millikan





En la soledad de su cuarto

observa por millonésima vez
la pequeña gota cayendo 
entre las placas metálicas

Espera impaciente el día 
en que logre verla
suspendida 
en el aire

Detenida, será mucho más 
que un enjambre de electrones  
sobre su cuerpo
cansado



Detenida, será la medida exacta 
de lo que carga
el número que la ciencia
aguarda con ansias
como un proxeneta 
por la paga

Al igual que en el retrato de Poe
sus ojos irán dejando 
la luz que buscó
tantos años


dejará de ver
para que otros 
vean

Deseo



"Toma tanto ser el deseo,
(Laura  García del Castaño)

No pertenecemos a este mundo, dijiste.
La felicidad  es para los hombres
no para los aliens

Y qué hago ahora, entonces
con este canto moribundo
con este desvelo de temblores
en la sangre

Con tu inconciente
aconteciendo
trastocando lo que hablas
y esa pena que llevás clavada al cuello
como dos comilllos
insaciables

Polen, tus palabras
para mis horas estériles
Tus silencios, gusanos
para el hambre
de mis aves

Voy a lamer los restos 
de tanta paciencia infecta
a despejar  tu ansiedad
de selva agazapada

 A celebrar todas las muertes
de este amor que roe
hasta los huesos
y se filtra como una peste
por los intersticios
de la carne

Voy a sangrar  en versos
la fiebre
que aflora,
el zarpullido
de esta pasión intoxicante

Enamorados del agua
nos dejamos flotar
en la leve superficie
de la música


mientras callamos la espesura de un bosque
en la profundas fauces de un lobo




Improvisaciones





Buscar un cuerpo
quizás el propio
en otro ajeno

Besar
con labios extrañados

Saber que es pequeño
el lugar y que no quepo
en la flor
que me hace falta

Hundirse por completo
en el olvido
volver con un asombro
en cada mano

Hablar desde el lugar
donde los sueños
son los hijos no planeados
de la infancia

domingo, 16 de junio de 2013

Crecimiento

Juan Zo



Un árbol crece
en la pared de un puente

entre cemento y sin preguntas

su cuerpo cansado
resiste en la curva
las ramas hacia arriba
 mendigando sol

¿Qué espera?

No espera nada
o quizás una raíz
que con el tiempo baje
hasta rozar el río

o el nacimiento de un brote
como una lengua extendida
ante la promesa
del agua.


domingo, 2 de junio de 2013

8 / oo - Fragmento de "Carte d' un monde paralléle"



I

Los silencios son siempre extraños,
no tienen forma
se-paran (en) el no saber de la cosa
y se te quedan mirando
en silencio, el tiempo se vuelve más largo
y su doble más denso.

El doble del silencio es un sentido sordo
un espacio que simula vacío
y sin embargo
está lleno de una comprimida transparencia
monstruosa.


¿Cuánto tiempo hay encerrado en un segundo de silencio?

Acechando…

Debajo de la piedra del silencio, su doble,

Acechando…

Y entonces, zás!, por un descuido de palabras
el doble salta
cual payaso de acordeón con mueca que asusta
y desparrama
por todo tu cuerpo,
un siglo del silencio de tu vida
que estaba allí,
anestesiado.





II

Y es que a los silencios les encanta hacer crujir
su andar en penumbras
y entonces alguien dice para calmar el miedo
dice
que ha sido la puerta
o del techo, el tirante de madera
que cruje sin motivo.

Los silencios son peligrosos si no tienen motivo
si lo tuvieran, dejarían de crujir
pero crujen y entonces
les inventamos uno
por las dudas
por si funciona
y dejan de hacerlo.

Pero es inútil

como evitar
que las horas caídas
se desintegren

sobre el musgo





III

Y si por casualidad algún silencio llega a tomar forma
es sólo para camuflarse en fondo

Sobre fondos de silencio
los movimientos enlentecen
y los pequeños sonidos ensanchan.

Una gota demora una eternidad
en caer estridente sobre un charco
y su sonido al caer se vuelve tan amplio
que se parece
al sonido que hacen en un beso
los labios.

Entre gota y gota
el tiempo se detiene
como en el beso
las bocas.

Peligrosa cercanía la de tu boca-gota transparente
Acechando…




Fotografías: Katia Chausheva