domingo, 24 de febrero de 2013

Karma

 Fotografía: Zander Olsen

Tarda milenios en cicatrizar

la herida que nos produce
la lejanía 
de las montañas.

Doy fe. Aún

llevo las vendas 
que me pusieron
en los tiempos que fui
árbol.

jueves, 21 de febrero de 2013

Orfandades


                                                                                          (Petra, Jordania)

A veces, cuando me siento  triste
los árboles derraman sobre mí su savia.
Yo no les digo que soy incapaz de absorber sus jugos,
yo los dejo mimarme.
Y es que los árboles no saben amar de otra manera,
su esencia es la entrega absoluta,
lo dan todo:
sus flores, sus frutos,
su promesa de sombra, su sombra,
su madera.

Mi madre solía ser ladera en la montaña.
Vio los hielos,  lentamente
crecer sobre su cuerpo.
Vio la noche, sobre su cuerpo  
lentamente, desplomarse.

Mi padre, en su insistencia,
acumuló sobre ella
una seguidilla de desgastes,
transformando su nariz india  
en dedo índice, pulgar,
nido de águilas.
Socavón, aluvión de morteros,
sostén
de un mapa estelar indescifrable.

En esta familia somos todos fuertes de origen
porque venimos de padre prófugo
y  de la fisura de una madre.

Como verás, por naturaleza
no nos movemos,
a no ser que nos arrastren,
y solamente vestimos luto
y nos permitimos estar tristes,
el día de nuestro cumpleaños.

sábado, 16 de febrero de 2013

Carpe Diem





Me gusta el mar,
el olor a tierra mojada,
andar descalza;
siempre quise saber el nombre
de todas las constelaciones,
o que un hombre me dijera
que me parezco a la noche de ciertas plazas. 
O a ciertas noches húmedas, 
cuando hay esa neblina que no es neblin
y los bancos de piedra y el pasto
brillan.


Basta un minuto de belleza
para saber que algo estuvo allí.


La corteza húmeda de un sauce
a la orilla del agua
una estrella gigante roja
que no se ve
o un tren doblando una curva
sobre una moneda de plata.


-Todo lo que nos va a pasar con alguien
se sabe en el primer instante-
me dijiste antes de esta vida,
te reias y los ojos te brillaban
como a través de la lluvia.




(versión condensada del cuento-poema de abelardo-castillo-carpe-diem)

viernes, 15 de febrero de 2013

Poemas a una desconocida



Cómo volver a escribir  “agua”
sin derramar esta vez  la fuente
sin que tu nombre rebose su forma
 y empiece a fluir
por  todos los versos
que le dieron cauce

Voy a crear una palabra prístina,
diáfana,
una palabra nunca antes dicha

que provenga de la destilación
de un lenguaje absoluto

que condense tu esencia
al nombrarte


Porque hasta que te conocí
no creí que fuera posible
belleza tan abrumadora

el último destello
de una estrella moribunda

la instantánea-relámpago
que  tomaremos
un segundo antes
del  fin del mundo

….

No sé por qué camino sinuoso
has llegado hasta mi muerte
ni sé si bastaría con recorrer el sentido inverso
para encontrarte

sólo sé que aunque tu cuerpo 
una y mil veces
me abandona

tu fantasma es esa parte tuya
que vino

para quedarse