Acomodó los libros en el sillón
(los leería más tarde)
Por primera vez no sintió
la culpa que exhalan
ciertos abandonos.
Hay en las cosas, pensó
un tipo de vibración
casi imperceptible
que emiten
al entrar al mundo
y se dejó estar
en la no urgencia
de esa hebra de sol
atravesando el frío
estremeciendo
intermitente
la superficie de las flores
hasta que estas ceden
dóciles
al roce
abren
dóciles
al roce
abren
Delicado. Como un suspiro...Abrazo
ResponderEliminarbicos Vera! gracias por estar!
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