Yo no podría quererte, no.
Salir de abajo del árbol
recalcinarme al sol
sin la seguridad del agua
se vengaría el cielo con
mil diluvios
por tanta imprudencia
tanto descaro
No podría, no
ahondar en el miedo de saber
que no todo lo que se pierde es sin dolor.
Faltaríamos a todas las leyes , seguramente
las cosas perderían gravedad. Sería por fin
el fin del mundo y el final del juicio
sin juicio final
Se derrumbaría la ilusión
del paraíso, porque el paraíso
entero haría enter y entraría: por todas las puertas
todos los flancos
¿Te imaginás amor?: Todo
junto de una vez
por única no vez
Huirían lejos los
instaladores de promesas
los profetas del desierto
los hipócritas que decían
amar y solo decían
Yo no podría amarte, no.
Sería como sentar
precedente de que
la felicidad existe, acudirían de otros
planetas
pidiendo comprar la
formula, el secreto
nos acribillarían en la
plaza mayor
herejes sin respuesta
Yo no podría, ni en
sueños
hacerte pasar por eso, tener
que elegir
por sobre los amores contrariados
tener que explicar y no
tener idea porqué
fueron solo eso, amores
contrariados
Yo no podría amarte, amor
sería un trabajo
demasiado arduo
me llevaría día y noche,
me faltarían horas
dejaría de comer, de
dormir
de soñar, no,
siempre estaríamos soñando
al borde del paroxismo,
del desborde
del encanto. Me darían
por minuto
diez infartos
un corazón en peligro de
extinción
es aceptable
dos es demasiado
Las aurículas no
saben sostener
caminaría de tu mano, por
los caminos
dejando charcos
Yo no podría amarte amor,
como podría
curarte con besos cada
herida,
proteger cómo, cuanto, qué.
Fracasaríamos en cuestión de segundos
porque el mundo, amor, no está preparado
para entender, para
entendernos, para creer en fin
no estamos preparados
y hay que ir de a poquito
reconocer que Darwin tenía
razón
que del hombre al mono
hay un solo paso
y del hombre al ángel-diablo
otro tanto
y ese paso, amor, lo di con vos, y se cayó
la nube, y nos dejó de
lado.
-¡Un ángel-diablo qué
horror!-
todos los cielos gritaron
- O ángel o diablo, decidan qué-
y nosotros/as que no sabíamos ser más que lo que éramos
tan ángel-diablos, que la dualidad se retorcía
sin salvación
mientras nosotros/as
reíamos
de tanto escándalo.