Trastabillé en el primer verso
el resto fue sólo
adormecer a la bestia
rodearla de palabras
marearla para que se entregue
inconsciente a la entrelínea
flotante
en la levedad de las formas
No me tientes trampa
sabés mejor que yo
elegir la carnada:
retazos de vida cruda
sin aditivos ni conservantes
para que huela y quiera
eso
para que huela y quiera
imposible resistencia de la sangre
que me mantiene
merodeando en tus rincones
carne de otra carne
que vuelve por más
me encantó.
ResponderEliminarun abrazo.
Gracias! Abrazo David!
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