Fotografía: Natalia Hecht
Hay ojos que abren puertas /y puertas que abren ojos/ cada persona es un mundo/
y el mundo más diverso y hermoso / porque existe esa persona.
Hay casas por todos lados/ una flor puede ser una casa/ un lenguaje es una casa preciosa/
un reloj no es una casa/ es una prisión, a veces/ de la que hay que salir nadando/
como bien saben los peces
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